jueves, 13 de agosto de 2009

HOMENAJE A CORNELIU ZELEA CODREANU




En 1938 dos figuras fundamentales del nacionalismo contemporáneo, el escritor italiano Julius Evola y el líder rumano Corneliu Zelea Codreanu, se entrevistaron por primera y única vez, Codreanu era uno de los líderes indiscutidos de la juventud de su país y ya estaba marcado para la muerte. Evola era todavía un joven escritor que no había comenzado la parte más importante de su obra.


Rápidamente nuestro auto deja tras de sí esa cosa curiosa que es el centro de Bucarest; un conjunto de pequeños rascacielos con fachadas y negocios de un estilo entre el parisino y el americano, sin más elemento exótico que los frecuentes sobreros de astrakan de los policías y los burgueses. Alcanzamos la estación del Norte, tomamos una polvorienta ruta provincial, bordeada de pequeños edificios del tipo de antigua Viena, que nos lleva a un edificio casi aislado entre los campo: es la Casa Verde, residencia del Jefe de los Guardias de Hierro rumanos. La hemos construido con nuestras propias manos, nos dicen con un cierto orgullo los legionarios que os acompañan. Intelectuales y artesanos se han asociado para construir la residencia de su jefe, casi con el sentido de un símbolo y un rito. El estilo de la construcción es rumano: a ambos lados se prolonga con una especie de pórtico, hasta el punto de dar la impresión de un claustro. Entramos, subimos al primer piso. Viene a nuestro encuentro un hombre joven, alto y atrevido, vestido deportivamente, con un rostro abierto que da la impresión de nobleza, fuerza y lealtad. Es Corneliu Codreanu, jefe de la Guardia de Hierro. Su tipo es específicamente ario-romano: parece una reaparición del antiguo mundo ario-itálico. Mientras sus ojos gris azulados exprimen la dureza y la fría voluntad propia de los Jefes, hay, simultanea mente, en el conjunto de la expresión, una nota particular de idealismo, de interioridad, de fuerza, de compresión humana. Incluso su forma de conversar es característica: antes de responder, parece absorberse en si mismo, alejarse, después, súbitamente, comienza a hablar, exprimiéndose con una precisión casi geométrica, de frases articuladas y orgánicas. "Después de toda una falange de periodistas, de todas las naciones y colores, que no saben interrogarme sobre nada más que lo ligado a la política más contingente, es la primera vez, y lo noto con satisfacción" dice Codreanu "que viene a mi casa alguien que se interesa, ante todo, por el alma, el núcleo espiritual de mi movimiento. He encontrado un formula para contestar a esos periodistas y decirles un poco más que nada: nacionalismo constructivo" "el hombre se compone de un organismo, es decir de una forma organizada, después de fuerzas vitales, después del alma. Podemos decir lo mismo de un pueblo. Y la construcción nacional de un estado aunque retome naturalmente esos tres elementos, puede ser afectada, sin embargo, y por razones de cualificación diversa y de una herencia diferente, por los cambios de esos elementos" "Creo que en el movimiento fascista predomina el elemento Estatal, que corresponde a el de la forma organizada. Aquí habla la potencia formadora de la Roma antigua, amante del derecho y de la organización política, de la que el italiano es el más puro heredero. En el nacional socialismo es por el contrario puesto en relieve lo que está en contacto con las fuerzas vitales: la raza, el instinto racial, el elemento étnico-social. En el movimiento legionario rumano ; el acento está puesto sobre todo sobre lo que, en un organismo, se corresponde al alma: sobre el aspecto espiritual y religioso" "De ahí viene el carácter de los diferentes movimientos nacionales, mientras que al final comprendan los tres elementos y no dejen a un lado ninguno. El carácter específico de nuestro movimiento nos viene de una larga herencia. Y Heródoto llaba a nuestros padres Los Dacios Inmortales, nuestros antepasados Géto-Tracios tenían fe, antes incluso que el cristianismo, crían en la inmortalidad y en la indestructibilidad del alm. lo que prueba su orientación hacia ala espiritualidad. La colonización romana añadió a ese elemento del espíritu romano de la organización y la forma. Todos los siglos siguientes han desagregado a nuestro pueblo y lo han hecho miserable: pero como un caballo enfermo y frustrado se puede reconocer también en el pueblo rumano de ayer y de hoy los elementos latentes de esa doble herencia" "Y es esa herencia la que el movimiento legionario quiere despertar" Continúa Codreanu. Partiendo del espíritu, quiere crear un hombre espiritualmente nuevo. "Una vez realizada esa tarea como movimiento, el despertar de la segunda herencia nos espera, es decir el del la fuerza romana política formadora. Así, el espíritu y la religión son para nosotros el punto de partida, el nacionalismo constructivo es el punto de llegada, una simple consecuencia. La ética simultáneamente ascética y heroica de la Guardia de Hierro consiste en reunir uno y otro punto".
Le preguntamos a Codrenu cual es la realación entre la espiritualidad de su movimiento con la religíón cristiana ortodoxa. He aquí su respuesta ."En general tendemos a vivificar gajo la forma de una consciencia nacional y de una experiencia vivida lo que, en esta religión, demasiado a menudo, se ha momificado y transformado en el tradicionalismo de un clero soñoliento.
Además, nos encontramos en condiciones favorables por el hecho de que es extraño a nuestra religión, articulada nacionalmente, el dualismo entre fe ya política y que esta puede darnos los elementos éticos y espirituales sin imponerse sin embargo como una entidad política. De nuestra religión, el movimiento de lo Guardias de Hierro retoma una idea fundamental: el de ecumenidad. Esto es la superación positiva de todo internacionalismo y de todo universalismo abstracto y racionalista.La idea ecuménica es la de una sociedad como unidad de vidad, como un organismo vivo, como un vivir juntos no sólo con nuestro pueblo, sino también con nuestros muertos y con Dios. La actualización de una idea parecida bajo la forma de una experiencia afectiva está en el centro de nuestro movimiento político, partido, cultura, etc, y no son para nosotros sino concecuencias y derivaciones. Debemos revivificar esta realidad central, y renovar a través de esa vida al hombre rumano, para actuar inmediatamente y construir también la nación y el Estado. Para nosotros, un punto particular es que la presencia del os muertos de la nació no es abstracta, sino real: de nuestros muertos y sobre todo nuestros héroes. No podemos separarnos de ellos; como de las fuerzas liberadas de la condición humana, penetran y sostienen nuestra vida más elevada. Los legionarios se reunen periódicamente en pequeños grupos, Llamados nidos. Esas reuniones siguen ritos especiales. El que abre cada reunión es la llamada a todos nuestros camaradas caídos, al que los participantes responden con un ¡PRESENTE!. Pero esto no es para nosotros un simple ceremonia y una alegoría, sino por el contrario una evocación real.
Distinguimos el individuo, la nación la espiritualidad trascendente, continua Codreanu, "y en la vocacón heroica nos consideramos lo que lleva de unos a otro de esos elementos, hasta una unidad superior. Negamos bajo todas sus formas el principio de la utilidad bruta y materialista: no sólo sobre el plano del individuo, sino también en el plano nacional. Más allá de la Nación, reconocemos principios eternos e inmutables, en nombre de los cuales debemos estar prestos para combatir para morir y a los que debemos subordinar todo, al menos con la misma decisión con que tomamos nuestro derecho a vivir y defender nuestra vida. La veredad y el honor son; por ejemplo, principios metafísicos, que ponemos por encima de nuestra misma nación.Hemos aprendido que el carácter escético del mocimiento de los Guardias de Hierro no es genérico, sino también concreto y por decirlo así practicado. Por ejemplo esa en vigor la regla del ayuno: de tres días cada semana cerca de 800 a 1000 hombres aproximadamente practican en denominado ayuno negro. Es decir la abstinencia de todo tipo de alimento, bebida y tabaco. De la misma manera, el rezo tiene una parte importante en el movimiento. Además, para el cuerpo de asalto especial que lleva el nombre de los dos jefes legionarios caídos en España: Motza y Marin, está en vigor la regla del celibato. Le pedimos a Codreanu que nos indique el sentido preciso de todo eso. Parece concentrar se un momento, después responde:"Hay dos aspectos, para la clarificación de los que hace falta tener presente a el espíritu del dualismo del ser humano, compuesto del elemento material naturalista y de un elemento espiritual. Cuando el primero domina al segundo, es el infierno. Todo el equilibrio entre los dos es algo precario y contingente. Sólo la dominación absoluta del espíritu sobre el cuerpo es la condición normal y la premisa de toda auténtica fuerza, de todo heroismo verdadero. El ayuno es practicado por nosotros porque favorece esa condición, debilita las ataduras corporales, anima a la autoliberación y la autoafirmación de la voluntad pura. Y cuando a eso se le añade el rezo, pedimos que las fuerzas de lo alto se unan a las nuestras y nos apoyen invisiblemente. Lo que nos conduce al segundo aspecto: es luna superstición pensar que en cada combate sólo las fuerzas materiales y simplemente humanas son decisivas; entran en juego por el contrario las fuerzas invisibles, espirituales, al menos tan eficaces como las primeras. Somos conscientes de la positividad y la importancia de esas fuerzas. Es por eso que damos al movimiento legionario un carácter ascético preciso. En las antiguas órdenes caballerescas también estaba de vigor el principio de castidad. Tengo que decir que entre nosotros se restringe al Cuerpo de Asalto, en base de una justificación práctica, es decir que para el que debe consagrarse enteramente a la lucha y no debe de temer a la muerte, es bueno no tener impedimentos familiares. Por lo demás, se permanece en ese cuerpo sólo hasta cumplir los treinta años. Pero, en todo caso, permanece siempre una cuestión de principio: están de un lado los que no no conocen sino la vida y que en consecuencia no buscan sino la prosperidad, la riqueza, el bien estar, la opulencia; en el otro lado están los que aspiran a lago más de la vida, a la gloria y a la victoria en una lucha tanto interior como exterior. Los Guardias de Hierro pertenecen a esta segunda categoría. Y su ascetismo guerrero se completa por una última norma: por el voto de pobreza al que se atiene la elite del jefe del movimiento, por lo preceptos de renunciación al lujo, a las diversiones del mal gusto, a los pasatiempos llamados mundanos, en suma por la invitación a un verdadero cambio de vida que hacemos a cada legionario.
UNOS APUNTES PARA LA HISTORIA
El 24 de junio de 1927, Corneliu Zelea Codreanu, junto a un pequeño grupo de camaradas ya probado por el combate, fundaron la Legión de San Miguel Arcangel. En todos sus escritos, Codreanu, conocido por todas los rumanos como el El Capitán se refirió a la Legión con ese nombre que la prensa pronto le aplicaría el nombre de Guardia de Hierro. "Aquellos cuya fe en Dios y la Legión carecen de límites deben estar a sus filas. Aquellos que tienen alguna duda deben permanecer fuera de las mismas".
En un mundo materialista Codrenu basó su movimiento en los siguientes principios:
  1. FE EN DIOS: Cornelius Codreanu tenía la firme convicción de que la política no debía ser separada de la religión. Sólo hombres que respetan el Orden Divino pueden llegar a ser verdaderos patriotas.
  2. IDENTIDAD NACIONAL: él creía que las naciones son creaciones divinas y no meros productos de la historia y la geografía. También creía que cada nación tiene una misión que cumplir en el mundo. Solo naciones que traicionan su misión divina desaparecen de la cara de la tierra.
  3. EL HOMBRE ES UNA CREACIÓN DIVINA: el hombre es portador de valores superiores que trasienden su existencia particular. Así, siendo una creación divina, sus valores preceden todas las necesidades materiales. Para la realización de esos valores, el individuo debe sacrificarse y combatir a lo largo de su vida.

Entre estos principios existe un orden jerárquico. El individuo debe coordinarse con su nación, y a su vez, la Nación debe subordinarse a Dios y Sus divinas leyes.

La Legión del Arcángel San Miguel representan un movimiento nacionalista cuyo fin era cambiar al individuo y crear un nuevo estado de mente para la nación. El movimiento no era un partido político. Sin embargo el movimiento participó en la arena política en Rumania con un partido conocido como Todo por la Patria (Totul Pentru Tara). En las elecciones de 1937 ese partido tuvo magníficos resultados.

Con la ayuda de los líderes políticos y la judeo-masonería, el Rey Carol II abolió la constitución y asumió poderes dictatoriales. El primer acto de supresión del nuevo dictador fue la disolución de todos los partidos políticos. Ese fue el comienzo de la más brutal persecución del Movimiento Legionario. En esos tiempos, Codreanu y todos los líderes del movimiento fueron arrrestados y encarcelados en campos de concentración y prisiones. En noviembre de 1938m Cocreanu y trece legionarios fueron estrangulados.

De 1938 a 1940 las prisiones rumanas se llenaron de legionarios. La mayor parte de los líderes del Movimiento Legionario murieron durante eses período de tiempo.

De 1938 a 1940: El Movimiento Legionario cambió varias veces de dirección.

El 3 de septiembre de 1940, Horia Sima, el nuevo líder del Movimiento, triunfó en el derrocamiento de Carol II. Después de la caída del rey, Horia Sima y otros cuatrocientos legionarios se refugiaron en Alemania. Como refugiados políticos. Más tarde fueron internados a petición del gobernante rumano en los campo de concetración de Buchewald, Danchau y Oranienburg, separados de la población general, donde trabajaron en la fabricación de armamentos.

El 23 de agosto de 1944, el Rey Miguel, con la ayuda de los líderes de los diferentes partídos políticos, arrestó al Gral. Antonescu y traicionó su alianza con Alemania. El ejército rumano entró en guerra contra Alemania.

El 26 de agosto de 1944 Horia Sima formó el Gobierno Nacional Rumano y se transformó en Presidente del mismo, con sede en Viena. El Movimiento Legionario en el exilio, bajo el liderazgo de Horia Sima, continuó la lucha contra el comunismo.

Escrito por Victor Godo



































DESAGRAVIO AL GRAL. SAN MARTÍN


Con motivo de cumplirse el 17 de agosto un aniversario más de la muerte del Gran General y Padre de nuestra patria es que queremos dar a conocer parte de su historia y remediar lo que manipuladores de la verdad quieren lograr, que es ensuciar la memoria del Gran capitán





Hemos tomado del libro de Anibal Rottjer, La Masonería en la Argentina y en el mundo, Ed. Nuevo Orden, Buenos Aires 1973 (4º edición), pag. 397-417.




Las propaganda masónico-liberal-laicista, que en revistas y periódicos de las sectas en la Argentina presenta ahora a San Martín como al "Gran Iniciado"de las masonerías nacional e internacional, es un de las tantas felonías y burdas calumnias, a las que están acostumbrados los "enmandilado hermanos tripuntes" y a la que hacen coro los falsarios difamadores del fundador de nuestra nacionalidad, con el premeditado propósito de atraer a los partidos liberales y laicistas a los ciudadanos sanmartinianos; despojando al Padre de la Patria de la aureola de auténtica religiosidad que lo muestra a las jóvenes generaciones como modelo de argentino católico, apostólico, romano y devoto de la Virgen María.




O fue San Martín el mayor hipócrita de nuestros próceres y el más grande farsante de la historia o fue el paradigma de la argentinidad, que se nutre, en su íntima esencia, del catolicismo más leal y ferviente.




La masonería argentina encomendó al político español en el exilio, Augusto Barcía Trelles, grado 33, la tarea de escribir la historia de San Martín para demostrar que el Libertador fue masón e instrumento de la masonería internacional. Barcia Trelles fue gran Maestre de la masonería y Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo.




En los varios volúmenes de su obra el autor afirma categóricamente que se cumplen tales circunstancias en la vida del prócer máximo de la argentinidad; pero, al llegar a las pruebas de sus aseveraciones, se despacha muy suelto de cuerpo diciendo que no se han podido encontrar los documentos respectivos no solamente en la Argentina, Chile, Perú, Inglaterra y España; sino ni siquiera en Francia y Bélgica, donde seguramente estarían y esto, porque los archivos de las logias han sido destruidos por los nazis durante al ocupación (?). Y concluye así: "Todas las gestiones por nosotros realizadas haya hoy, han sido estériles e ineficaces".




El masón Antonio Zúñiga, director de la biblioteca de la masonería argentina, escribía ingenuamente en su libro sobre la logia Lautaro y la independencia argentina: "San Martín quemó en Boulogne Sur Mer toda su documentación masónica para guardar heméticamente el secreto institucional" ¿Cómo supo? El autor no lo dice.




Hábil en la doctrina cristiana




Juan de San Martín y Gómez, invocando a la Iglesia Católica Romana, contrae matrimonio con Gregoria Matorras y del Ser, con el objeto de "servir mejor a Dios Nuestro Señor", Bendice las bodas, an la Catedral de Buenos Aires, el obispo Manuel Antonio de la Torre, y los esposos froman el nuevo hogar el 12 de octubre de 1770, fiesta de Nuestra Señora del Pilar. El padre, ejemplar caballero por su probidad y honradez, fue sepultado en 1796 en la iglesia castrense de Málaga; y la madre, en 1813, en el convento de Santo Domingo de Orense, "despues de confesarse y recibir el santo viático y la extremaunción". Leemos en el testamento de la virtuosísima y santa madre de San Martín: "En el nombre de Dios Todopoderoso y de la Serenísima Reina de los Ángeles, María Santícima, Madre de Dios y Señora Nuestra..., protesto vivir y morir como verdadera fiel, y católica cristiana..., el cuerpo quiero ser amortajado con el hábito de mi padre Santo Domingo..."




"La pureza de las ideas católicas de los padres del Libertador eran ambos terciarios dominicos y cofrades de Nuestra Señora de la Blanca nos convencen de su tradición auténticamente cristiana".




San Martín nace a la vida de la gracia en febrero de 1778, y se alista en la Iglesia Católica en el templo parroquial de Nuestra Señora de los Reyes de Yapeyú.




Fue bautizado por el padre Francisco Pera, a los pocos días de nacer, como lo habían sido sus hermanos, y María Helena, su hermana mayor.




Vivió con sus padres en la antigua casa de los jesuitas y se instruyó en la religión en su cristiano hogar e en la escuela de primeras letras de Buenos Aires.




El historiador chileno Vicuña Mackena refiere que San Martín solía recordar con especial deleite sus juegos infantiles, en que, junto con sus hermanos, solía decir misa revestido con casulla de papel.




"Doña Gregoria Matorras crió a sus hijos en el santo temor y amor de Dios y les inculcó su fe, virtudes y espíritu de sacrificio". En los cuatro años que frecuentó las aulas del Colegio Imperial de Madrid. "el mejor de la Península" donde toda la enseñanza se ajustaba "a la conciencia, religión y fe católica". honró el lema del Instituto, que era "formar caballeros cristianos"; ostentando, en el uniforme de colegial, la banda roja, terciada sobre el pecho, donde capeaba la imagen de Cristo.




Durante su carrera militar en Europa, "nada sabemos concerniente a sus ideas y prácticas religiosas"; pero, es muy significativo el relato de Doublet, el cual refiere en que en el motín de Cádiz de 1808, cuando San Martín ser el edecan del general Solano linchado en tal ocasión buscó asilo en una ermita de la Virgen, y el populacho enfurecido le perdona la vida, por haberse acogido al patrocinio de la Madre de Dios. Un sacerdote pide clemencia a la turba exasperada, y el joven militar se salva milagrosamente. Al resultar herido en la batalla de Bailén contra Napoleón, el 19 de julio de 1808, la hermana de la caridad que le prodigó los primeros auxilios le obsequió un rosario. "San Martín según testimonio del coronel Manuel de Olazábal lo usó siempre y se los vi suspendido del cuello debajo de la casaca a manera de escapulario. El día 15 de mayo de 1820 me presenté al a revista de Rancagua, a pesar de sus heridas recibidas en combate. El general me recibió y me entregó su rosario para que me diera buena suerte".




Esta reliquia religiosa de alto valor histórico se halla depositada junto al sable del Héroe de los Andes, desde el 4 de julio de 1972, en la sala histórica del Regimiento de Granaderos a Caballo General San Martín.




El 12 de septiembre de 1812, a los 34 años de edad, San Martín "habil en la doctrina cristiana" contrae nupcias en la Iglesia de la Merced de Buenos Aires con la ejemplar porteña María de los Remedios Escalada, Bendijo las bodas el presbítero doctor Luís Chorroarín; y el 19 del mismo mes, ambos contrayentes comulgaron durante la misa de velacione. "No era muy común entonces el comulgar en los días de bodas", dice Furlong ; pero como San Martín, como buen católico oye misa, confiesa y comulga al construir su cristiano hogar.




Su corazón religioso y composivo




Después dle combate de San Lorenzo, encarga al guardián del convento la celebración de varias misas, para rezarse, durante el mes de febrero de 1813, por los caídos en la refriega; y en otras, con tedeum, en acción de gracias por la victoria, coloca cruces sobre las tumbas de los muertos como lo hará en Chacabuco y acepta con satisfacción cristiana y agradece afectuosamente los servicios espirituales, que que presbítero Julián Navarro y los treita franciscanos prestaron heroicamente a la tropa.




En carta del 5 de febrero de 1813, el padre guardián Pedro García habla del "religioso y compasivo corazón" de San Martín, quien les consigue cuanto piden, apuntando en su declaración al gobierno: "es notoria la decidida adhesión de aquella Comunidad a la Sagrada causa de América, de que he sido testigo". Luego cumplimenta a los frailes en una carta desbordante de afecto hacia los minsitros de Dios: "Los beneficioa del convento de San Carlos están demasiados grabados en mi corazón pra que ni el tiempo ni la distancia puedan borrarlos... Diga Vd. un millón de cosas a esos virtuosos religiosos; asegúreles usted los amo con todo mi corazón; que mi reconocimiento será tan eterno como mi exestencia. Besa su mano, José de San Martín. Buenos Aires, 16 de mayo de 1813".




Y el 26 de julio, Azcuénaga les comunica que la Soberana Asamblea "ha tenido a bien concederles título de ciudadanía".




La Virgen María, objeto de su devoción




Desde 1813, San Martín llevó siempre consigo el relicario de la Virgen de Luján, obsequio de su esposa, "que morirá como una santa"; y desde 1823 guardó religiosamente sobre su pecho la presiosa reliquia, según testimonio del nieto del Gral. Olazábal, quien al entregó al museo de la histórica villa.




En 1818, después de la campaña de Chile y antes de libertar al Perú, San Martín se dirige a Buenos Aires y aprovecha el bieaje para postrarse an te la Imagen de la Virgen de Luján, dándole gracias y pidiéndole su bendición.




Yen 1823, en su último viaje de Mendoza a Buenos Aires, al pasar por Luján, fuen nuevamente a los pies de la Virgen para agradeserle el feliz éxito de las campañas, conlolarse del la muerte prematura de su fiel esposa e implorar su auxilio en la adversidad y en el ostracismo, lejo de la Patria que había fundado.




El piadosísimo general Belgrano le escribe desde Loreto (provincia de Santiago del Estero), ofreciéndole en su enfermedad la amistad y los ciudados pastorales del cura de Santiago, prebítero doctor Fernando Francisco Uriarte, que lo saludará y lo atenderá en su nombre, durante su permanencia en la ciudad.




Luego el 6 de abril de 1814, le dice: "Mi amigo: La guerra no sólo la ha de hacer Ud. con las armas sino con la opinión, afianzándose siempore en las virtudes naturales, cristianas y religiosas...El ejército se compone de hombres educados en la religión católica que profesamos...Añadiré unicamente que nodeje de implorar a Nuestra Señora de las Mercedes, nombrándola siempre nuestra Generala, y no olvide los escapularios a la tropa... Acuerdese Ud. que es un general cristiano, postólico, romano; cele Ud. de que en ndad, ni aún en las conversaciones más triviales, se falte el respeto a cuanto nuestra Santa Religión..."




El 8 de mayo de 1814 se hacen públicas rogativas en Córdoba por la salud de San Martín, que vivió retirado en la hacienda de Pérez Bulnes en Saldán, desde mayo hasta agsoto de ese año. Allí existía un oratorío público dedicado a Nuestra Señora del Carmen y era el lugar de reunión de los vecinos, los cuales escuchaban la misa dominical con el ilustre enfermo. El 16 de julio, fista de la Virgen del Carmen, en ese preciso lugar, pactaron "amistad y alianza eternas", los dos íntimos amigos San Martín y Peyrredón.
































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